martes, 18 de mayo de 2010

¿Cuánto equipaje llevas?

Este mediodía estaba recogiendo ropa mientras hacía un poco de limpieza y en la cocina se estaba preparando una fideuá deliciosa. Entre las cosas que estaba ordenando había una bolsa de cartón en la que desechaba todos los papeles ya inservibles. Mi padre me ha mencionado: “¿Has visto que curioso lo que pone aquí…?” He desviado la mirada y me he parado a leer la bolsa de papel:

“Un vell indi estava parat amb el seu nét i li deia:
-Em sento com si tingués dos llops lluitant dins del cor. L’un és el llop irat, violent i venjatiu. L’altre és ple d’amor i compassió.
El nét demanà:
- I digues avi, quin dels dos guanyarà la lluita del teu cor?
L’avi respongué:
- Aquell que jo alimenti...”

La verdad es que el texto en la bolsa me ha sorprendido y me ha hecho pensar. Hace unos días un compañero de trabajo me comentaba algo por el estilo. Lleva algunos días un tanto pocho…. Tiene esa sensación de cabreo interno, esa sensación de trabajar en algunos ámbitos de modo altruista y de sentir que anda solo en ese camino. Siente que nada sale como él ha previsto, siente que está muy cansado, que lucha por batallas perdidas, que todo empieza a pesar demasiado y que quizá está metido en demasiados asuntos, y quizá no todos le interesen…
Lo cierto es que todo ese peso interno le está afectando moralmente, físicamente y exteriormente. Hablamos durante ratos perdidos pero en cada ocasión procuro hacerle ver y sentir con mis palabras que en ocasiones es mucho mejor pararse y analizar: ¿Cuánto equipaje llevas? ¿Qué cargas en tu día a día? Y no me refiero evidentemente a la cantidad de maletas que traes al trabajo o a la cantidad de camisetas que te pones cada mañana. Me refiero a cuánto peso cargas en tu corazón y en tu mente.

Muchas veces nos llenamos de sensaciones, de pensamientos y de quehaceres que no nos interesan, que no nos llenan, que no nos hacen sentirnos fluir. Y eso es algo que pesa, que molesta, que irrumpe y que duele.

Quizá, amigo, deberías pararte y preguntarte qué es lo que realmente te interesa. ¿De verdad quieres seguir sintiéndote así? ¿Merece la pena escoger el mal humor y el nerviosismo cada mañana? Quizá cómo la historieta de la bolsa sólo debes alimentar aquél lobito que te interese. Abandona todo lo que te llega de fuera y escucha tu corazón, escucha tu mente. Pregúntate cuánto equipaje llevas y decide qué es lo que dejas. Puedes componerte de muchas dualidades, puedes sentirte fuera de sitio pero recuerda que sólo tu decides cuánto equipaje llevas y cuánta energía enfocas a alimentar aquello que te interesa…

2 comentarios:

  1. Luly perfecte, com quasi sempre la claves, estoy en ello i ho saps, gràcies pel teu suport que per cert mai em falta, sempre hi ets i això ho valoro moltíssim pit i collons amunt i crits

    ResponderEliminar
  2. Com va dir aquell:"...pierdes tu equipaje y te das cuenta que has dejado atrás un montón de cosas que llevabas contigo y realmente no necesitas... A menudo es una mejor opción llevar un equipaje ligero, con espacio dentro de la maleta para adquirir nuevas prendas..."

    ResponderEliminar