jueves, 24 de junio de 2010

LA FILOSOFIA DE LOS CONTRARIOS

Esta tarde andaba paseando por la playa y entre las rocas he encontrado un texto precioso. Creo que era una carta entre extranjeros, quizá uno de esos romances eternos de verano. Me he detenido mientras la brisa lenta y suave acariciaba mi lectura. La verdad es que algo en mí se ha movido al reseguir esas líneas y he pensado que era oportuno compartir esto con vosotros. La carta decía así…

“Palabras para Sam”

Querido Sam… me cuesta centrarme últimamente, me siento obsesionada con todo lo que me está pasando. No me hago a la idea…
Son tantos los momentos en los que te pienso… te pienso como ahora… son tantas las horas en las que doy vueltas a lo mismo, son tantos los deseos que proyecto día tras día, es tanta la espera que no sé llevar, son tantos los amigos que me acompañan y es tanta la soledad que siento… Realmente es una sensación dura…estar rodeado de gente y pensar en el que está lejos… creo que eso es realmente sentirse solo…
No quiero provocar que sientas nada dramático ni que te sientas mal por mis palabras, sólo quiero compartirlas con el viento… Sé que la vida se compone de procesos y de momentos, y sé que cuándo te ofuscas con algo y no dejas de darle vueltas lo único que haces es aumentar la incertidumbre. Pero me cuesta, me cuesta mucho vivir esto. Siento que no estás aquí, siento que no debería escribir nada de esto, siento que quizá sólo deba relajarme y pensar que todo mar sigue su cauce, pero realmente creo que no puedo. Veo tus ojos, siento tus manos, acaricio tus labios, respiro tu pelo y te siento tan cerca y a la vez, sé que estás tan lejos… Me duele saber que no sabemos nada de lo que acontece, me duele pasar hojas en el calendario y no saber dónde estás, si estás bien, si me echas de menos… Eres una de las mejores personas que he conocido y uno de los pedacitos de cielo que más quiero…”

Puff… lo cierto es que me ha conmovido pero a su vez me ha dado nuevas ideas. Creo que la persona que escribe esto debería vivir un poco más lo que yo llamo la “FILOSOFÍA DE LOS CONTRARIOS”.

Esta nueva filosofía que quizá ya esté inventada… pero que a mi se me ocurre…desde mi perspectiva es una de las cosas más difíciles de hacer pero a su vez, es una de las cosas que da mejores resultados. Para mi consiste en aprender a “engañar a la mente”, aprender también a no ser impaciente, a tener paciencia, pero sobre todo, para mí implica hacer lo contrario de lo que harías.
Piénsalo por un momento… ¿Cuántas veces te has arrepentido de hacer algo? ¿Cuántas veces desearías volver atrás?
Es algo parecido a lo prohibido. Cuanto más te decían de niño “esto no se hace”… más lo hacías. Cuánto más deseas una cosa, a veces más se aleja… ¿Qué pasaría si aparcáramos lo que debe funcionar, lo que debe ser, lo que vamos a tener…y nos lanzáramos hacia todo lo contrario? Por ejemplo… pensarlo de nuevo… ¿Qué es lo que más desea un preso? Hablamos evidentemente de libertad. Si no la tiene la desea, si la tiene a conta gotas, la hecha de menos… si la tiene toda de golpe ni la valora ni la absorbe… ¿Qué pasa cuando llegan los reyes magos… cuando el niño ha deseado el juguete y no ha llegado? Ese chico ha sentido morir por dentro a causa de una desesperación por la no llegada del presente… pero por otro lado, cuando llegan los reyes y cae el juguete, el niño se cansa y lo deja de nuevo.
Creo que los humanos funcionamos más o menos igual cuando somos adultos. Si alguien nos ofrece el mundo en bandeja no vamos a ser capaces de cogerlo. Y es tan simple como notar cómo nos perdemos en la abundancia. Alguien me dijo un día que la vida es un tira y afloja. Creo que tenía mucha razón. Debemos aprender, y a veces es duro, a racionar, a ser selectivos, a entregar pero con reservas… debemos aprender a bailar la melodía en este pentagrama de contrarios...

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