lunes, 23 de mayo de 2011

PASIONES

Miro las teclas y quiero escribir sobre demasiadas cosas. Y ahora pienso que quizá hoy escriba por escribir, por sentir que tú me estarás leyendo, por saber que no sé qué haces, cómo sientes, qué dibujas, de quién te rodeas.

Este fin de semana ha sido realmente distinto. Y me he dado cuenta de algo que es obvio, pero que en ocasiones olvido. La vida está llena de personas maravillosas, de gente que te mira y sabe qué es lo que te pasa.

Este sábado conocí a alguien diferente. Igual a mí en muchos aspectos, diferente en algunos otros. Me dijo que desprendía vida, me dijo que una niña alegre y llena de vida estaba conmigo siempre. Me dijo que tenía demasiada energía expandida, que tenía una gran mente, demasiado rápida y en ocasiones demasiado impulsiva. Una mente preparada para grandes retos y grandes proyectos. Me transmitió estados. Muchos estados agradables que reconozco en mi ser.

Conocí a otras personas totalmente distintas a esa. Hablamos ya del viernes. Una noche distinta, charlas desde San Sebastián a Vallès Oriental… miradas que buscan, cuerpos que se aproximan… y ese darse cuenta constante de qué despiertas en la gente. Entre todos ellos, una chica. Distinta, desconectada a veces, pendiente en demasiados ratos. Ella conoció a un chico, una historia de tres citas. Ella también es impulsiva. Constantemente charlábamos entre vino y cena. Me decía que no comprendía porqué él no le decía nada a ella.

Y yo le dije que quizá no estaba proyectando lo adecuado para que el chico se fijara en ella. Y a veces el error es de enfoque, si es que hay error. Yo soy un caso exagerado en eso, siempre insisto demasiado, siempre actúo antes de pensar, siempre tengo la mente más avanzada que el cuerpo. Y eso no siempre es bueno. En ocasiones parecemos futuros guionistas de cine. Y quizá deberíamos parecer más bien monjes budistas.

Sólo quiero transmitir de alguna manera que a veces deambulamos demasiado, y a veces nos dejamos llevar demasiado por esas reacciones impulsivas que no nos llevan a ningún lado. Quizá deberíamos movernos más por las filas del optimismo y de la espera bien llevada… como dijo uno de mis grandes maestros en una ocasión “no te preocupes demasiado por la vida, al fin y al cabo, nadie sale vivo de ella”.

3 comentarios:

  1. que grande que ets!!! Jo penso que tu...penso no, crec, que tens una gran energia i tinc mòltes ganes de fer alguna cosa amb tu per canalitzar la meva. Que grande!!

    ResponderEliminar
  2. Hace poco que te conozco, pero parece que es mucho el tiempo que ha pasado, porque no es difícil entrar en tu parcela (la que dejas ver) y comprobar de que manera te mueves por la vida.

    ResponderEliminar